Wednesday, November 22, 2006 

ANOREXIA ELECTORAL

La semana pasada se conoció la triste noticia del fallecimiento de una modelo brasileña a causa de la anorexia, enfermedad que no es más que consecuencia de tontos modelos de belleza que se hacen globales, y que son apañados por la moda y la sociedad de consumo. Muchas mujeres mueren por ser delgadas, por las dietas, por la ropa ceñida y sus iconos de belleza suelen ser las delgadas y hasta esqueléticas modelos de pasarela o quizá personajes de la farándula mundial.

Es decir, según esos moldes culturales, por ejemplo, la señorita Lourdes Flores, por ser gordita, la convierte en el patito feo de la sociedad y la política. Realmente, es una tontería que esos patrones de belleza presionen nuestro en torno, además, en nuestro país, la contextura física de la mujer peruana es normalmente de talla mediana, no muy delgada, pero proporcionada. Nunca, salvo ciertas excepciones, podrán alcanzar las medidas de las modelos europeas, dado que su contextura física es diferente.

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Por otro lado, la funesta anorexia no sólo es un problema que aqueja a las mujeres, la política peruana sufrió esta semana casos de anorexia electoral, sobre todo, los partidos políticos tradicionales. Los grandes partidos nacionales se desinflaron y surgieron con fuerza los movimientos locales. Es evidente que la anorexia se ha manifestado en los partidos políticos, en el sentido que no han alimentado suficientemente las esperanzas del pueblo, el cual pierde cada vez confianza en sus autoridades.

La anorexia partidaria hace que los partidos políticos tradicionales no cuenten con cuadros representativos y más bien se convierten en movimientos caudillistas, pues, por ejemplo, aunque Unidad Nacional consiguió muchas alcaldías en Lima, estas no hubieran sido posibles de obtener si Castañeda Lossio no tuviera tanta popularidad y sin que se haya generado la acción de arrastre. Es decir, la gente que voto en estas elecciones supuso que si Castañeda es bueno también lo serán los candidatos distritales de su partido.

Por otro lado, la anorexia política peruana, al no cubrir eficientemente las aspiraciones de la población, la flaqueza y la pérdida de fuerza se denota en el interior del país, pues muchos provincianos sienten, a pesar del discurso de la descentralización, el centralismo en nuestro país y no se sienten representados por esta elite limeña, tradicional y clasista. Los movimientos locales obtienen fuerza y es lo que se denominaría, haciendo alusión al fenómeno de la globalización, la glocalización. Sin embargo, este es un fenómeno glocalizante que puede desbordar hacia la violencia y es posible que las nuevas autoridades se manifiesten en contra del consenso con el Gobierno central y ello puede generar mayores movilizaciones y protestas.

La anorexia electoral es dañina para el Perú. Por eso la labor del Gobierno, luego de estas elecciones, será buscar la concertación con las fuerzas políticas del interior del país, a través de un diálogo fluido y constante. Esta es una nueva lección para los partidos políticos tradicionales y una oportunidad para los nuevos líderes que surgen tras el voto popular. Espero coman todos en la misma mesa y rechacen la anorexia política de nuestro país.

Wednesday, November 15, 2006 

Elecciones Regionales y Municipales 2006

En esta oportunidad no quiero tratar sobre temas políticos en este comentario sobre las próximas elecciones municipales y regionales, sino más bien quiero resaltar lo relacionado al manejo publicitario de esta campaña.

En el campo de las comunicaciones existe el concepto que se denomina "saturación", es decir, cuando un mensaje es reiterativo, sale una y otra y otra vez en los medios, a veces, en vez de provocar un efecto positivo en el público (por ejemplo, recordar lo que dice ese mensaje), lo que sucede es que produce hastio, lo cual puede reflejarse, por ejemplo, en el poco interés de la población por un debate entre los candidatos.

Para comprobar eso sólo basta preguntar a personas cercanas a nosotros, familiares, amigos, compañeros del trabajo o centro de estudio. El uso excesivo de la propaganda proselitista y eso aunado a un desinterés por la política, los casos de corrupción de los políticos que se difunden, sobre todo, en los canales de televisión, asimismo, la falta de propuestas serias, hace que la población tenga una percepción poco favorable y totalmente desinteresada al respecto. Asimismo, hay tantos candidatos, pero todos con las mismas propuestas repetitivas y sin ninguna novedad.

Eso, quizá, en algunos casos, pueda favorecer a los actuales alcaldes, pues ante el desinterés y el desconocimiento de propuestas y de otras candidaturas, muchos optarán por elegir a los mismos. Ello se refleja en conocidos refranes que parecen estribillos permanentes en las campañas electorales peruanas: "más vale lo malo conocido que lo malo por conocer" o "voto por el menos malo".

Por otro lado, también es curioso destacar que en este tipo de elecciones, si hablamos de Lima, muchas personas siempre optan por marcar el mismo símbolo del candidato favorito que represente a la provincia de Lima y el mismo para el distrito, a pesar de que, quizá, ese candidato sea el peor de todos.


En conclusión, la desinformación, la saturación en las propagandas, el desinterés, son un golpe bajo y duro a la democracia en las elecciones.

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