Elecciones Regionales y Municipales 2006
En esta oportunidad no quiero tratar sobre temas políticos en este comentario sobre las próximas elecciones municipales y regionales, sino más bien quiero resaltar lo relacionado al manejo publicitario de esta campaña.
En el campo de las comunicaciones existe el concepto que se denomina "saturación", es decir, cuando un mensaje es reiterativo, sale una y otra y otra vez en los medios, a veces, en vez de provocar un efecto positivo en el público (por ejemplo, recordar lo que dice ese mensaje), lo que sucede es que produce hastio, lo cual puede reflejarse, por ejemplo, en el poco interés de la población por un debate entre los candidatos.
Para comprobar eso sólo basta preguntar a personas cercanas a nosotros, familiares, amigos, compañeros del trabajo o centro de estudio. El uso excesivo de la propaganda proselitista y eso aunado a un desinterés por la política, los casos de corrupción de los políticos que se difunden, sobre todo, en los canales de televisión, asimismo, la falta de propuestas serias, hace que la población tenga una percepción poco favorable y totalmente desinteresada al respecto. Asimismo, hay tantos candidatos, pero todos con las mismas propuestas repetitivas y sin ninguna novedad.
Eso, quizá, en algunos casos, pueda favorecer a los actuales alcaldes, pues ante el desinterés y el desconocimiento de propuestas y de otras candidaturas, muchos optarán por elegir a los mismos. Ello se refleja en conocidos refranes que parecen estribillos permanentes en las campañas electorales peruanas: "más vale lo malo conocido que lo malo por conocer" o "voto por el menos malo".
Por otro lado, también es curioso destacar que en este tipo de elecciones, si hablamos de Lima, muchas personas siempre optan por marcar el mismo símbolo del candidato favorito que represente a la provincia de Lima y el mismo para el distrito, a pesar de que, quizá, ese candidato sea el peor de todos.
En conclusión, la desinformación, la saturación en las propagandas, el desinterés, son un golpe bajo y duro a la democracia en las elecciones.
En el campo de las comunicaciones existe el concepto que se denomina "saturación", es decir, cuando un mensaje es reiterativo, sale una y otra y otra vez en los medios, a veces, en vez de provocar un efecto positivo en el público (por ejemplo, recordar lo que dice ese mensaje), lo que sucede es que produce hastio, lo cual puede reflejarse, por ejemplo, en el poco interés de la población por un debate entre los candidatos.
Para comprobar eso sólo basta preguntar a personas cercanas a nosotros, familiares, amigos, compañeros del trabajo o centro de estudio. El uso excesivo de la propaganda proselitista y eso aunado a un desinterés por la política, los casos de corrupción de los políticos que se difunden, sobre todo, en los canales de televisión, asimismo, la falta de propuestas serias, hace que la población tenga una percepción poco favorable y totalmente desinteresada al respecto. Asimismo, hay tantos candidatos, pero todos con las mismas propuestas repetitivas y sin ninguna novedad.
Eso, quizá, en algunos casos, pueda favorecer a los actuales alcaldes, pues ante el desinterés y el desconocimiento de propuestas y de otras candidaturas, muchos optarán por elegir a los mismos. Ello se refleja en conocidos refranes que parecen estribillos permanentes en las campañas electorales peruanas: "más vale lo malo conocido que lo malo por conocer" o "voto por el menos malo".
Por otro lado, también es curioso destacar que en este tipo de elecciones, si hablamos de Lima, muchas personas siempre optan por marcar el mismo símbolo del candidato favorito que represente a la provincia de Lima y el mismo para el distrito, a pesar de que, quizá, ese candidato sea el peor de todos.
En conclusión, la desinformación, la saturación en las propagandas, el desinterés, son un golpe bajo y duro a la democracia en las elecciones.
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